
El alambre concertina tiene más de cien años de historia y sigue siendo uno de los elementos más reconocibles de la ingeniería militar de campaña. Sus orígenes están vinculados al alambre de púas, inventado en el siglo XIX para uso agrícola, pero rápidamente adoptado por ingenieros militares como un medio eficaz para restringir el movimiento. Con el tiempo, los rollos enrollados a mano dieron paso a productos estandarizados, que empezaron a llamarse concertina por su similitud con el fuelle del instrumento musical. A lo largo del siglo XX, estas barreras se hicieron más resistentes y sofisticadas. La introducción del alambre de cuchillas las volvió prácticamente infranqueables sin herramientas especializadas. Poco a poco, la palabra concertina empezó a utilizarse no solo como término técnico, sino también como nombre de producto – y a finales del siglo XX comenzó a registrarse como marca en distintos países.
Del alambre de púas al obstáculo técnico

La aparición del alambre de púas en 1874 marcó un punto de inflexión tanto en la agricultura como en el desarrollo futuro de la ingeniería militar. El inventor estadounidense Joseph Glidden patentó una versión industrialmente viable del alambre con púas afiladas – Patente estadounidense US157124A. Este invento se difundió rápidamente como un método eficaz para contener el ganado. Sin embargo, las fuerzas militares también reconocieron su resistencia, bajo coste y facilidad de instalación – y para 1888, el alambre de púas ya figuraba en los manuales de ingeniería del Ejército británico, aunque el término concertina aún no se utilizaba.
Primera Guerra Mundial: el surgimiento de “concertina”

Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), los ingenieros de combate empezaron a enrollar manualmente alambre de púas en haces que podían desplegarse como un acordeón. Estos obstáculos improvisados aún no eran productos estandarizados, pero resultaron sumamente eficaces para posiciones defensivas. En las fuentes de habla inglesa de la época, comenzó a utilizarse el término concertina para describir este tipo de barreras de alambre enrollado. Sin embargo, seguía siendo una solución de campo, no un producto fabricado.
Las invenciones de Dannert

Un avance importante se produjo en 1934, cuando el ingeniero alemán Horst Dannert patentó una espiral autoportante de alambre de púas de alto contenido en carbono, mantenida mediante grapas metálicas – Patente alemana DE599829C. Este diseño era un producto industrial, apto para la producción en serie. Tres años después, en 1937, Dannert obtuvo una patente correspondiente en el Reino Unido GB480082A.
El alambre concertina en el ejército británico

A partir de 1939, el Ministerio de Guerra británico formalizó el uso del alambre concertina en sus manuales de ingeniería. Documentos como Construction of Dannert Concertina Wire Obstacles y Field Engineering establecieron el término concertina wire como denominación oficial para el alambre de púas en espiral utilizado en cercas temporales. El producto pasó a conocerse como Dannert wire, pero también fue reconocido como un tipo de concertina. Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), estas barreras fueron utilizadas ampliamente tanto por la Wehrmacht alemana como por el ejército británico. Tras capturar bobinas alemanas en Francia en 1940-1941, las fuerzas británicas comenzaron a fabricar sus propias versiones basadas en el diseño de Dannert. A partir de entonces, concertina se convirtió en el término aceptado para un tipo específico de obstáculo militar.
La nueva generación: alambre de cuchillas

Después de la guerra, comenzó la transición del alambre de púas tradicional a tecnologías más avanzadas. En 1959, se concedió la patente estadounidense US2908484A a Siegfried Ule, que describía la construcción del alambre de cuchillas y su uso en estructuras tipo concertina (mencionadas en la patente como barbed wire spiral). Esta fue la primera vez que el concepto de Dannert apareció en el sistema de patentes de EE. UU., ahora con alambre de cuchillas en lugar de púas. Las cuchillas se estampaban en láminas metálicas y se prensaban alrededor de un núcleo de alambre de alta resistencia. Estas bobinas concertina resultaban mucho más difíciles de atravesar a mano y empezaron a utilizarse no solo en el ámbito militar, sino también para proteger infraestructuras críticas.
Vietnam y la Guerra Fría

Durante la guerra de Vietnam (1960-1975), el ejército estadounidense utilizó de forma generalizada el alambre concertina. Las grabaciones y fotografías de la época muestran tanto bobinas de alambre de púas tradicionales como concertinas de alambre de cuchillas. Estas barreras se utilizaron para proteger bases, perímetros, campamentos de campaña y puntos de control. El término concertina wire quedó plenamente establecido en la documentación militar en inglés y adquirió un significado técnico inequívoco.
De término común a marca registrada

A medida que el alambre concertina comenzó a utilizarse también en contextos civiles – para seguridad de instalaciones, control fronterizo y protección de propiedades privadas – el término empezó a aparecer no solo en documentación técnica, sino también en materiales publicitarios. A partir de la segunda mitad del siglo XX, fabricantes de barreras en distintos países comenzaron a incorporar la palabra concertina en nombres de productos, marcas y denominaciones comerciales. Esto llevó al registro de Concertina como marca registrada por distintas empresas y particulares. Desde principios de los años 60, el término comenzó a estar legalmente protegido. Las marcas fueron registradas tanto en oficinas nacionales de propiedad intelectual (por ejemplo, en el Reino Unido, EE. UU. y Ucrania) como a través de sistemas internacionales como el Protocolo de Madrid. Como resultado, concertina dejó de ser únicamente un término genérico y se convirtió en una designación protegida en varias jurisdicciones.
El alambre concertina como término técnico y legal
El alambre concertina ha recorrido un largo camino – desde las improvisaciones de campo durante la Primera Guerra Mundial hasta convertirse en un producto industrial moderno con nombre legalmente protegido. Lo que comenzó como una táctica de ingeniería evolucionó en equipo militar estandarizado y, más tarde, en objeto de propiedad intelectual. Hoy en día, la palabra concertina se refiere tanto a un tipo específico de obstáculo de alambre como a una marca registrada. Por eso es fundamental distinguir entre sus significados histórico, técnico y legal al utilizar el término en contextos profesionales o comerciales.