Uso indebido del término “Concertina”

Uso indebido del término “Concertina”

Desde la segunda mitad del siglo XX, la palabra Concertina dejó de ser únicamente un término técnico o militar y pasó a formar parte de denominaciones comerciales. Se registra regularmente como marca tanto en sistemas nacionales como internacionales – ya sea de forma independiente o como parte de marcas compuestas. Las bases de datos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual y de las oficinas nacionales de patentes contienen decenas de estos registros. Desde el punto de vista legal, esto significa que el término no puede ser utilizado libremente por terceros en contextos comerciales, especialmente al ofrecer bienes o servicios. Incluso si una marca ha caducado o su registro ha finalizado, la existencia de tales solicitudes confirma la percepción constante de Concertina como una denominación protegida y no como una palabra genérica.

Formas habituales de uso indebido

En diversos sectores, el término Concertina se utiliza libremente – a menudo sin conocimiento de las posibles consecuencias. En la práctica, pueden identificarse varios escenarios comunes:

  • En documentación técnica: Diseñadores o fabricantes utilizan “Concertina” como tipo de producto, incluso cuando no tiene relación con una marca registrada. Esto es especialmente frecuente en descripciones de productos destinadas a la exportación.
  • En traducciones y periodismo: Traductores, periodistas y editores emplean la palabra “Concertina” como sinónimo de alambre de púas o de cuchillas enrollado, sin considerar su carácter marcario. En materiales redactados en inglés es habitual la expresión “concertina wire” como si fuera un término genérico, lo cual es jurídicamente incorrecto.
  • En materiales de marketing: Sitios web, embalajes y presentaciones corporativas utilizan el término “Concertina” como nombre general del producto sin autorización, lo que genera una impresión errónea sobre el origen o la calidad del mismo.
  • En documentos oficiales y de licitación: Existen casos en los que los documentos de licitación incluyen la palabra “Concertina” como término técnico, lo cual puede restringir la competencia y dar lugar a disputas legales.

Consecuencias para los infractores

El uso indebido de una marca registrada puede considerarse una infracción de los derechos de propiedad intelectual. En los países que forman parte de tratados internacionales de protección de marcas, esto puede dar lugar a:

  • cartas de advertencia exigiendo el cese inmediato del uso;
  • procedimientos administrativos o judiciales;
  • bloqueo de importaciones o exportaciones del producto;
  • anulación de certificados o exclusión de procesos de licitación;
  • reclamaciones por daños y perjuicios o compensaciones económicas.

Además, las empresas que incurren reiteradamente en este tipo de infracciones pueden sufrir un daño reputacional y perder alianzas comerciales.

Cómo referirse correctamente al producto

Para evitar conflictos y reclamaciones legales por parte de los titulares de marca, se recomienda utilizar términos descriptivos y neutrales como:

  • “barrera tipo concertina”;
  • “obstáculo de alambre de cuchillas”;
  • “espiral de seguridad perimetral”;
  • “alambre de púas enrollado” y expresiones similares.

Estas formulaciones permiten describir con precisión la función del producto sin infringir derechos marcarios. Esto es especialmente importante al participar en licitaciones públicas, envíos internacionales, procesos de certificación y otras actividades reguladas.

Responsabilidad de todos los actores del mercado

Fabricantes, proveedores, diseñadores, traductores, funcionarios públicos y periodistas – todos tienen la responsabilidad de emplear la terminología correcta en su trabajo. Ignorar el estatus legal del término Concertina puede parecer un detalle menor, pero a largo plazo perjudica no solo a los titulares de marca, sino también a la transparencia y seguridad jurídica de todo el mercado de protección perimetral.